El periódico Yediot Ahronot de Israel publicó hoy un artículo conmovedor sobre el Programa Get Chesed de Colel Chabad, en el que los estudiantes universitarios visitan regularmente y se hacen amigos de los ancianos sobrevivientes del Holocausto. Estas visitas tienen lugar todos los viernes, durante las cuales los estudiantes traen comida de Shabat y pasan tiempo de calidad con sus nuevos amigos. Es un programa maravilloso que fomenta las conexiones intergeneracionales y ayuda a combatir la soledad y el aislamiento entre las personas mayores.
“Estas visitas cada semana me reviven y me dan fuerza y ganas de vivir”, dijo el sobreviviente del Holocausto Dov Landau, de 95 años, quien tiene la suerte de recibir una visita semanal a su hogar de voluntarios del proyecto “Get Chesed” de Jabad en Tel Aviv. El proyecto, que involucra a alrededor de 1.600 jóvenes y estudiantes de todo el país, visita a 1.000 sobrevivientes del Holocausto solitarios una vez por semana, les brinda comidas calientes y pasa tiempo con ellos en cafés o restaurantes para disipar su soledad. “Vimos que hay un número significativo de sobrevivientes del Holocausto que sienten una soledad que los devuelve a las difíciles experiencias que vivieron durante el Holocausto, y este proyecto los devuelve a la vida”, dijo Mendy Blau, CEO de Colel Chabad en Israel. , quien opera la iniciativa que se puso en marcha hace un año. Durante el Holocausto, Dov Landau perdió a su familia, padres y más de 50 familiares que fueron asesinados. Después de sobrevivir a cinco campos de concentración y la Marcha de la Muerte, hizo Aliyah y luchó en la Guerra de la Independencia. Más tarde formó una familia, se convirtió en padre de tres hijos y tiene muchos nietos y bisnietos. “Descubrí a un hombre interesante, luchador, sionista y una figura digna de admiración en todos los sentidos”, dijo Ran Houri, el voluntario que se reunió con él. Ran Nazar, otro sobreviviente del Holocausto que ahora vive en Jerusalén, celebró recientemente su cumpleaños y los voluntarios de 'Get Chesed' organizaron una emotiva celebración para él. “Las reuniones semanales con ellos son un punto brillante en mi semana. Los voluntarios que vienen me dan mucha vida, y les agradezco por eso. Había cientos de miles, y ahora solo somos 150.000. Ahora la conexión especial entre nosotros me ayuda a continuar con el legado y decir lo que hay que decir”, dijo Nazar.
